Corrupción y transparencia en el mundo y en Chile

Por: Klaus Schmidt-Hebbel
16 Feb 2021

La corrupción es el abuso del poder confiado para beneficio propio. La corrupción toma formas muy diversas, como los empleados públicos que aceptan dinero por prestar sus servicios; los políticos que dan empleos, contratos y favores a sus conocidos y partidos; o las empresas que sobornan a empleados públicos.

Los actos corruptos se realizan en sigilo. Por lo tanto, además de la persecución penal, la mejor forma de combatir la corrupción es promoviendo la transparencia plena.

El mundo

Transparency International (TI) es la principal organización mundial que mide y combate la corrupción. Esta no se puede medir directamente; es un iceberg del cual solo se ve su punta. Por lo tanto, TI mide la corrupción a través de indicadores y encuestas nacionales sobre la percepción de corrupción, que se resumen en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC).

Nueva Zelanda y Dinamarca son los países menos corruptos del mundo. Chile está en la segunda liga de países con corrupción baja/moderada, ocupando en 2020 el lugar 25 en el mundo, empatado con EE.UU. Mucho más corruptos son Argentina, Brasil, Bolivia y México. El dictador Maduro ha logrado posicionar a Venezuela entre los tres países más corruptos del mundo. Estos ejemplos ilustran las significativas correlaciones internacionales entre corrupción, subdesarrollo y ausencia de democracia.

Muchos estudios han identificado desde 1990 las principales causas y consecuencias de la corrupción en el mundo: condiciones económicas (subdesarrollo, desigualdad, pobreza, inestabilidad macroeconómica, falta de competencia y apertura, ausencia de libertad económica, informalidad), condiciones políticas (ausencia de: democracia, respeto a los derechos de propiedad, accountability, competencia política, prensa libre, calidad de las instituciones) y condiciones sociales (baja educación, débil participación ciudadana, baja confianza, alta delincuencia, narcotráfico).

Desde los años 1990 las naciones desarrolladas, y más recientemente los países en desarrollo, han adoptado leyes y políticas que sancionan la corrupción y promueven la transparencia.

Chile

La percepción de la corrupción en Chile ha aumentado entre 1995 y 2020, como ha ocurrido en la mayor parte de los países del mundo. Quizás ello sea así porque la punta visible del iceberg hoy es mayor: se destapan y sancionan más casos que hace dos décadas. De hecho, en los últimos 15 años se han visto muchos casos serios de corrupción en Chile: en el Estado, municipalidades, empresas privadas y públicas, FF.AA. y Carabineros, partidos políticos, Congreso y Poder Judicial.

Nuestro país ha adoptado varias leyes que definen y sancionan distintas formas de corrupción y otras que promueven la transparencia, tanto al interior de los sectores público y privado, como en sus relaciones comerciales. Por ejemplo, la Ley de Transparencia de la Función Pública de 2008 reconoce el derecho de acceso a la información pública y creó el Consejo para la Transparencia, el cual vela por el cumplimiento de dicha ley.

La Ley de Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas de 2009 y algunas leyes posteriores definen un catálogo de delitos cometidos por las empresas (y las sanciones a ejecutivos y directores), que incluyen distintas formas de corrupción en las empresas, y entre ellas y el Estado: cohecho de funcionarios públicos, soborno entre particulares, administración desleal, negociación incompatible, apropiación indebida y lavado de activos.

Las empresas han cambiado radicalmente su actitud frente a la corrupción, a fin de prevenir y sancionar la corrupción en sus relaciones con el sector público y con sus colaboradores, clientes y proveedores. Han adoptado políticas y modelos de prevención de delitos, que establecen controles internos que mitigan y monitorean los riesgos de incurrir en delitos de corrupción (entre otros), y determinan los mecanismos para denunciar dichos delitos. Además las empresas han comenzado a certificarse en su implementación de modelos de prevención de delitos.

Chile Transparente o CHT (el capítulo chileno de TI) es la principal ONG en nuestro país que combate la corrupción y las malas prácticas, y promueve la creación de una cultura de la probidad y la transparencia. Hoy su trabajo está focalizado en el crimen organizado, el narcotráfico, la corrupción municipal, la probidad administrativa, el registro de beneficiarios finales y el combate transnacional contra la corrupción.

Aunque Chile ha avanzado mucho en sus leyes y procesos sancionatorios de la corrupción, enfrentamos aún muchos desafíos para reducirla. Hoy los mayores retos están en el Estado, donde campea la corrupción: en el nombramiento de funcionarios públicos y en las actividades de empresas públicas, gobiernos regionales y municipales, Congreso y Poder Judicial. Nuestro mayor desafío es romper los círculos viciosos de colaboración recíproca entre funcionarios del Estado, algunos partidos políticos, el narcotráfico y la violencia organizada y terrorista.

*Publicada en El Mercurio.

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